Desde que me entere
de que estaba embarazada, nada en mi vida a sido igual, todo ha ido cambiando
progresivamente, hasta el punto de no parecerse en nada al ritmo que llevaba
antes.
Empezando por las noche de marcha, me
encantaba irme con las amigas y pasar noches locas de risas y alcohol, con esto
no quiero decir que sea una borrachina, pero si que no me importaba beber alguna copita de mas, cierto es, que cada vez las resacas eran peores y mi
dosis y frecuencia fueron disminuyendo, hasta el punto de que ahora las he
eliminado de mi vida por completo.
No lo echo de menos,
pero si las recuerdo a menudo, cuando son las 4 de la madrugada de un sábado y
estoy dando “teta” y veo que mis amigas
están de fiesta, es gracioso, yo que era de las que se apuntaba a un bombardeo,
ahora ni siquiera me lo planteo.
Después tenemos el
tema de la comida, como a todas las mujeres me gusta cuidarme, no hago mucho
deporte así que intento cuidar mi alimentación, he sido de hacer restricciones,
pero desde que supe que Thais estaba en camino, no me he saltado ni una comida,
y ahora dando pecho, no es que coma más, pero si intento alimentarme bien, y
aunque estoy como loca por volver a mi
talla 36 sé que tengo que tomármelo con
calma y por ella hacer las cosas como toca, y es durillo, cuando
intentas entrar en unos vaqueros y ves que nada de nada, por un momento me dan
ganas de llorar, y piensas que todo es una mierda, pero entonces giras la
cabeza y ves una personita que te sonríe y piensas, “ qué más da que tenga una
o dos tallas de mas, soy feliz”
Y ya si hablamos de
las compras, me encanta ir de compras, y a quien no, ¿verdad? Pues sí, disfruto
yendo de tiendas y aunque vaya con lo justo, siempre algo cae, pero ahora es distinto,
ya no voy sola, y entre el carro, la nena, entrar en probadores y tal, me da
una pereza horrorosa, así que me voy a la sección de niños que es más cómodo y
la que ahora siempre pilla algo es Thais, y me encanta, me encanta que estrene
ropita, y aunque sé que le va a durar dos días, me da igual disfruto con ello y
eso es lo que importa.
Tengo una amiga que
me dice que tiene miedo de que la cambie
la vida, y yo le digo que sí, que la vida le cambiara y que esto solo es un
resumen de las muchas cosas que no vuelven a ser lo mismo, pero vale la pena, vale
mucho la pena y a día de hoy no lo cambio por nada.
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