miércoles, 30 de enero de 2013

El periodo más bonito


Y sin duda el mejor momento del embarazo fue el segundo trimestre, me sentía vital, tenia una energía tremenda, los vómitos y las nauseas habían desaparecido, así que levantarse cada mañana ya no era un castigo, me sentía radiante, aunque no dejaba verme gorda, si ,es contradictorio, ¡lo sé! Pero yo quería que solo creciera la barriga, lo cual era imposible con la cantidad de comida que me metía entre pecho y espalda, pero aun así me miraba al espejo y me gustaba lo que veía, una barriguita redonda y durita, y dentro crecía una personita a la cual no conocía pero ya quería con locura.
 
Hay dos cosas de estos meses que nunca se me olvidaran y una fue el día que me dijeron que tendría una niña. Sin duda fue maravilloso, yo soñaba con tener una hija y así me lo habían confirmado, tendría una preciosa niña corriendo por mi casa y vistiéndola como una muñequita, la idea me encantaba, estaba muy feliz con el hecho de que fuera una niña, el día que nos confirmaron el sexo, mi madre estaba con nosotros, y recuerdo como se le llenaron los ojos de lagrimas, ella también deseaba un niña, como todas la mujeres de mi familia, la idea de vestirla y peinarla  como una princesa nos gustaba mucho, por que negarlo.

Otro momento que recuerdo con más ilusión todavía es el 20 de junio, creo que lo recordare toda la vida, fue la noche en la que sentí su primera patadita.
Era una noche calurosa, o eso me lo parecía , estaba tumbada en la cama leyendo y de pronto note como algo se movía con fuerza dentro de mi, me sobresalte y enseguida lo volvía a notar, era la primera vez que sentía ese movimiento en mi interior, entusiasmada llame a mi marido, vino corriendo y sin creer lo que le estaba diciendo, puso su mano sobre mi barriga y otra vez, esta  vez fue mas fuerte, y así estuvo un buen rato, mientras yo no podía quitar las manos  y sentirme feliz. Fueron minutos pero para mí me parecieron horas, sin duda ya nunca más tendría dudas de que me pequeña crecía bien.

Como os decía el segundo trimestre fue el más bonito, aunque  me sentía con fuerzas, ya empezada a estar algo pesada, así que me apunte a unas clases de yoga, eran en la playa cada viernes, así que allí estábamos 3 gorditas, frente al mar, en contacto con nuestro interior  y con esas criaturitas que se forman dentro.
Eran sesiones muy bonitas, que me enseñaron a tener calma y tranquilidad.






Estos meses pasaron rápido, pronto llegaría el 3 trimestre, este ya fue más duro así que, en el siguiente post os lo cuento.

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