En mi casa somos 5

¡Pues sí! A parte de mi marido y mi hija tenemos dos maravillosos perros que comparten momentos con nosotros hace 6 años.

Podría hablar mejor de ellos que de algunas personas. Y si, seguramente que diga esto no gusta, pero los animales son seres amorosos,  desinteresados, fieles y sensibles.

Cuando me quede embarazada mas de uno me preguntaba lo que haríamos con ellos, ¿ perdona? Pues que voy hacer, lo mismo que hago ahora, no entendía lo que me querían decir, me estaban insinuando acaso que debía deshacerme de ellos, ¡ni loca!

Ya sabia que mi relación hacia ellos cambiaria, ya no tendría tanto tiempo para dedicárselo, y como no queria que lo pasaran mal, poco a poco me fui depegando un poco de ellos.

Brutus  a pesar de ser un perro mas dependiente, me acompañaba cada noche durante mi embarazo, no era habitual en él, ya que su cama blanda y caliente estaba en el salón, aun así él prefería el suelo duro y frio junto a  mi compañía, cada noche cuando me iba a dormir, el se venia conmigo y se tumbaba al lado de mi cama, seguramente ya cuidaba de nosotras.

Gordo por otro lado, además de venir a dormir con nosotros, de la noche a la mañana se quito esa mala costumbre que tenia de ponerse a dos patas cuando entraba por la puerta de casa, es como si supiera que a la altura de sus patas estaba mi barriga, y era una zona que no debía apretar.

Pues así es, tenia 2 guardianes velando por mi seguridad y de la personita que venia en camino.

Una vez en casa, para ellos fue una gran novedad

¿Quién era esa personita que entraba por la puerta con ese olor tan especial?

Los primeros días Brutus no se separo del lado de Thais ni un solo segundo, incluso cuando llegaba gente, iba corriendo a la puerta, ladraba a los invitados, volvía corriendo junto a la pequeña y volvía  a ladrar, como si estuviera diciendo “aquí esta”

Fue increíble ver como la protegía, y Gordo que es más mimoso intentaba al menor descuido de Brutus “ darle un beso” jejeje era muy divertido, aunque he de reconocer que yo siempre estaba alerta por si alguno además quería jugar y teníamos un accidente.

A día de hoy, para ellos Thais es una mas, se acercan lo justo, y nuca hay patas juguetonas ni lenguas curiosas, vivimos en armonía.

Y pensar que hay gente que creía que era un error tenerlos, pues no señores, se equivocan, totalmente a favor de niños y animales.